martes, 31 de mayo de 2016

La iglesia cristiana

Una iglesia saludable 2

La iglesia será más fuerte y saludable al estar movida por un propósito. La gente quiere unirse a una iglesia que sepa hacia dónde va. Cuando una iglesia comunica claramente su destino, las personas están dispuestas a subirse a bordo.

Un propósito definido atrae la cooperación

La gente quiere unirse a una iglesia que sepa hacia dónde va. Cuando una iglesia comunica claramente su destino, las personas están dispuestas a subirse a bordo. La razón es que todos están buscando algo que le dé significado, propósito y dirección a sus vidas. Cuando Esdras le dijo al pueblo exactamente lo que Dios esperaba de ellos, el pueblo respondió: "Ten valor y dinos qué hemos de hacer para rectificar lo malo que hemos hecho y de buen grado lo haremos" (Esdras 10:4 La Biblia al Día).



El apóstol Pablo también tenía claro su propósito. Como resultado, la gente deseaba formar parte de lo que él estaba haciendo. Esto fue especialmente cierto en el caso de la iglesia de Filipos. Los filipenses estaban tan cautivados por la misión de Pablo que le dieron un apoyo financiero sostenido (véase Filipenses 4:15). Si desea que sus miembros se entusiasmen con el trabajo de la iglesia, que la apoyen activamente y que den generosamente para ella, usted debe explicarles vívidamente y de frente hacia dónde se dirige la iglesia. 
Usted no se atrevería a subir a un autobús sin antes saber hacia dónde se dirige, por lo tanto no pretenda que la gente se una a su iglesia sin saber cuál es su destino.

El ministro que los posibles miembros sepan exactamente hacia donde se dirige la iglesia. Cada familia que desea unirse a su iglesia debe explicarle con detalle la definición de los propósitos de la iglesia. Antes de que la persona o familia se unan a la iglesia; debe haber una preparación y compromiso para apoyar los propósitos de la iglesia.
Proverbios 1 1:27 dice: "El que procura el bien buscará favor." Dígale directamente a la gente hacia dónde se dirige su iglesia, y esto atraerá la cooperación. Explique detalladamente los propósitos y las prioridades de su iglesia en una clase para miembros. Explique claramente su estrategia y su estructura. Esto evitará que la gente se una a la membresía con falsas expectativas.

Si usted permite que la gente se haga miembro de su iglesia sin comprender sus propósitos se está buscando problemas. Los miembros nuevos, especialmente aquellos que vienen de otras iglesias, generalmente tienen agendas y preconceptos personales acerca de la iglesia. Si usted no habla con ellos de manera franca y de antemano, con el tiempo estos temas causarán problemas y conflictos.

Las personas que piden la transferencia de miembros a su iglesia traen un bagaje cultural de las iglesias en que han estado previamente, y es probable que tengan ciertas expectativas que su iglesia no tiene intenciones de satisfacer. Warren habla de la experiencia en este aspecto. “Esto fue evidente para mí en los primeros días de Saddleback, inclusive antes de que comenzáramos las reuniones públicas. Uno de los hombres que asistían a nuestro estudio bíblico hogareño había sido miembro de una gran iglesia muy bien conocida en nuestro área durante doce años. Cada vez que comenzábamos a planear algo él decía: "Bueno, en mi antigua iglesia esto se hacía así." Esto se convirtió en su muletilla recurrente.

Luego de unas ocho semanas de esto, finalmente le dije: "SI desea una iglesia exactamente igual a su antigua iglesia, ¿por qué no vuelve allí? Se encuentra solo a 7 kilómetros de aquí." Siguió mi consejo y se fue junto con los cinco miembros de su familia. Esto representaba el treinta por ciento de nuestra concurrencia en aquel momento, ¡y él era uno de los que diezmaba!

En aquel momento, lo que él hizo me sacudió, pero ahora recuerdo esa situación y creo que fue una de las decisiones cruciales que determinó el destino de la Iglesia de Saddleback. De haber escuchado a aquel compañero, Saddleback hubiera terminado siendo solo un clon de aquella otra iglesia. Nuestro futuro hubiera tomado un rumbo muy diferente.
También aprendí dos lecciones muy importantes acerca del liderazgo: En primer lugar, no se puede permitir que los gimoteros planeen la agenda de la iglesia. Esto sería abdicar al liderazgo. Lamentablemente, cuanto más pequeña es una iglesia, más influencia tienen los miembros más negativos. 
Aquella experiencia también me enseñó que el mejor momento para descubrir el conflicto que cualquier persona tenga con la filosofía de ministerio de su iglesia es antes de unirse a ella. Explicar a las personas los propósitos de la iglesia antes de que se unan a usted no solo reducirá los conflictos y las desilusiones en su iglesia, sino que también ayudará a algunas personas a reconocer que deben unirse a otra iglesia por una razón de filosofía o de gusto personal”.

Un propósito claro ayuda a la evaluación

Segunda Corintios 13:5 dice: "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros Mismos." ¿Cómo se evalúa una iglesia a sí misma? No comparándose con otras, sino preguntándose: "¿Estamos haciendo lo que Dios espera que hagamos?" y "¿Cuán bien lo estamos haciendo?" Como dice Peter Drucker: "¿Cuál es nuestro negocio?" y ¿Cómo va el negocio?" Estas son las dos preguntas más críticas para evaluar a su iglesia. La definición de los propósitos de su iglesia debe convertirse en la norma mediante la cual usted mida la salud y el crecimiento de su congregación.

No existe absolutamente ninguna correlación entre el tamaño y la fuerza de una iglesia. Una iglesia puede ser grande y fuerte, o grande y débil. De la misma manera, una iglesia puede ser pequeña y fuerte, o pequeña y endeble. Ser grande no es necesariamente lo mejor, ni tampoco lo es ser pequeño. ¡Lo mejor es lo mejor!
El propósito de este escrito no es hacer que su Iglesia sea tan grande. El tamaño no es el punto crucial. El punto importante es el siguiente: La iglesia será más fuerte y saludable al estar movida por un propósito

Convertirse en una iglesia movida por un propósito lleva tiempo, no sucede de la noche a la mañana ni tampoco en seis meses. Hacer esta transición puede llevarle varios años a la iglesia . Si usted desea que su iglesia pase a estar movida por un propósito, deberá guiarla a través de cuatro fases críticas:

1.    Primero: Defina los propósitos.
2.    Segundo: Periódicamente comuniqué esos propósitos a cada persona en la iglesia.
3.    Tercero: Organice la iglesia alrededor de los propósitos.
4.     Finalmente: Aplique los propósitos a cada parte de su iglesia.


 A cumplir la Misión : http://amzn.to/1r0GWmu


La iglesia

LA IGLESIA SALUDABLE 1
Nunca se puede construir un edificio más grande que lo que el cimiento puede aguantar. Lo mismo sucede con las iglesias. Una iglesia edificada sobre un cimiento inadecuado o equivocado nunca podrá alcanzar la altura que Dios pretende que alcance. Una vez que haya sobrepasado su base, se derrumbará.

Si usted desea construir una iglesia saludable, fuerte y capaz de crecer, debe dedicar tiempo a poner un cimiento sólido. Esto se hace explicando a todos los involucrados exactamente para qué existe la iglesia y qué debe hacer. Existe un increíble poder cuando se define una declaración del propósito. Si es lo suficientemente corta como para que todas la recuerden, esta definición del propósito redituará cinco beneficios maravillosos para su iglesia. Se abarcara en dos partes:
Un propósito claro propicia un buen ánimo
El estado de ánimo y la misión siempre van juntos. 1 Corintios1:10 nos dice: "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer." 
Proverbios 29: 1 8 dice: "Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena (Biblia de las Américas). También creo que es cierto que donde no hay visión, ¡la gente huye desenfrenadamente hacia otro lugar! Muchas iglesias están sobreviviendo a duras penas porque no tienen visión. 

Cojean de domingo a domingo porque han perdido de vista su propósito para continuar. Una iglesia que no tiene un propósito y una misión con el tiempo se convierte en una pieza de museo perteneciente a las tradiciones de ayer.

No hay nada que desaliente más a una iglesia que no saber por qué existe. Por el otro lado, la manera más rápida de revigorizar una iglesia estancada o en decadencia es reclamar el propósito de Dios para ella y ayudar a sus miembros a comprender las grandes tareas que Cristo les ha encomendado.

Un propósito claro reduce la frustración
Definir un propósito reduce la frustración porque nos permite olvidar las cosas que realmente no tienen importancia. Isaías 26:3 dice: "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado." Un propósito claro no solo define lo que hacemos, sino que define lo que no hacemos. Estoy seguro de que usted estará de acuerdo conmigo en que su iglesia no puede hacer todo. Tengo una buena noticia que darle: Dios no espera que usted lo haga todo. Además, ¡existen solo unas pocas cosas que realmente vale la pena, luego hacerlo y no preocuparse por el resto.

El filtro siempre debe ser: ¿Esta actividad cumple con alguno de los propósitos que Dios estableció para esta iglesia? Si la actividad satisface este criterio, entonces debe considerarla. Si no pasa esta prueba, no debe permitir que lo distraiga de la agenda que Dios tiene para la iglesia.

Tratar de guiar a una iglesia sin un propósito claramente definido es como tratar de conducir un automóvil en la niebla. Si no puede ver con claridad lo que tiene por delante, lo más probable es que choque.

Santiago 1:8 dice: "El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos." Cuando una iglesia olvida su propósito, tiene mucha dificultad para decidir lo que es o no importante. Una iglesia indecisa es una iglesia inestable. Casi cualquier cosa podrá sacarla fuera de su curso. 

Vacilará entre prioridades, propósitos y programas. Tomará una dirección, luego otra, según quién esté al frente liderando en ese momento. Algunas veces las iglesias se mueven solamente en círculos. Tomar decisiones en una iglesia movida por un propósito es mucho más fácil y menos frustrante, una vez que se ha establecido el rumbo. Defina sus roles, luego establezca sus metas. 

Una vez que los propósitos de su iglesia se hayan definido, toda meta que cumpla con esos propósitos recibirá una aprobación inmediata. Cada vez que alguien sugiera una actividad, un evento o un nuevo programa, usted solo tendrá que preguntar: "¿Esto cumplirá con alguno de nuestros propósitos?" Si es así, adelante. Si no es así, no lo considere.

Un propósito definido permite la concentración
Una luz tiene tremendo poder cuando se concentra en una determinada dirección La luz difusa no tiene ningún poder. Por ejemplo, al concentrar el poder del sol a través de un lente de aumento, se puede lograr que una hoja se prenda fuego, pero no se puede encender una hoja si esa misma luz solar no se concentra. Cuando una luz se concentra a un nivel aún mayor, como en el caso del rayo láser, hasta puede llegar a cortar un bloque de acero.

El principio de la concentración también opera en otras áreas. Una vida y una iglesia concentradas tendrán un impacto mucho mayor que una vida y una iglesia difusas. Al igual que el rayo láser, cuanto más concentración haya en su iglesia, más impacto causará en la sociedad.


La razón por la cual esto es así es que un propósito claro permite que se concentre el esfuerzo. Pablo lo sabía. Él dijo: " ... olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante" (Filipenses 3:13).

Una de las tentaciones más comunes, en las que veo que caen las iglesias hoy en día, es en la trampa de prestar demasiada importancia a las cosas menores. Se distraen con programas, cruzadas y propósitos buenos, pero menos importantes. La energía de la iglesia se disipa y se hace difusa; el poder se pierde.

Si usted desea que su iglesia cause un impacto en el mundo, debe prestarle mayor importancia a las cosas que la merecen. Me resulta asombroso ver cuántos cristianos no tienen la menor idea de cuál es principal objetivo de sus iglesias. Como dice el viejo cliché: "Lo 1mportante es que lo más importante siga siendo lo más importantes" En mi opinión, la mayoría de las Iglesias tratan de hacer demasiadas cosas. Esta es una de las barreras más ignoradas que impide edificar una iglesia saludable. Extenuamos a la gente. 

Con mucha frecuencia las pequeñas se involucran en toda clase de actividades, eventos y programas. En lugar de concentrarse como Pablo dijo, trabajan superficialmente en cuarenta cosas distintas y pierden la oportunidad de hacer alguna de ellas bien.
El calendario abultado de una iglesia hace que su energía se vuelva difusa. Es esencial para la salud de su iglesia que usted periódicamente "limpie la casa", es decir, que abandone programas que ya han cumplido sus propósitos. Si el caballo está muerto, ¡desmóntese!

Cuando comencé la Iglesia de Saddleback, todo lo que ofrecimos durante el primer año fue un culto de adoración y un programa limitado para niños. No intentamos celebrar todos los servicios como en una iglesia regular. Por ejemplo, no tuvimos un programa para jóvenes hasta llegar a un promedio de 500 personas asistiendo a las reuniones de adoración, y no tuvimos un programa para personas solas (viudas o divorciadas) hasta tener casi 1.000 asistentes.

Decidimos que nunca comenzaríamos un nuevo ministerio sin antes tener quien lo dirigiera. Si no emergía un líder, esperaríamos en los tiempos de Dios antes de comenzar un nuevo ministerio. Cuando finalmente aparecía el líder adecuado en escena, entonces lo iniciábamos. 

Este plan nos ayudó a concentrarnos en hacer pocas cosas muy bien. solo cuando un ministerio llegaba a un nivel aceptable de rendimiento, entonces considerábamos la posibilidad de añadir otro nuevo al menú. No intentábamos hacer todo al mismo tiempo.

Ser eficiente no es lo mismo que ser efectivo. Peter Drucker dice: "La eficiencia es hacer las cosas correctamente, la efectividad es hacer las cosas correctas". 

Muchas iglesias son eficientes porque están bien organizadas y mantienen un panel lleno de programas, pero a la par que generan mucha actividad, existe poca productividad. Se pierde la energía en cosas triviales. Es como reorganizar las sillas de la cubierta del Titanic; todo puede parecer hermoso y bien organizado, pero no importa porque aún el barco se sigue hundiendo. Para una iglesia no es suficiente estar bien organizada; debe estar bien organizada para hacer las cosas correctas.

Dios desea que las iglesias sean efectivas. Aquellas pocas iglesias que son realmente efectivas se concentran en su propósito. Al revisar continuamente su propósito, usted puede mantener sus prioridades en orden y a su iglesia concentrada en una dirección.


Misión de la iglesia: http://amzn.to/1r0GWmu